Frío eterno, provocas mi sufrimiento,
Decides jugar con fuego, y contaminar mi corazón,
Siento dentro angustia en todo mi cuerpo,
La huella que deja el miedo, las horas se llenan de dolor.
Sabes que no es de ley aniquilar mi voz, ni regir mi corazón.
Fuego ardiente, abrazo de una serpiente,
Abrasando todo el ambiente, no dejas lugar a la razón,
Puede verte, el lobo que hay en mi mente, te espera tan impaciente,
La fuerza se agota en mi interior.
Sabes que no es de ley aniquilar mi voz, ni regir mi corazón...
Por no perder mi libertad, juro que nunca cambiare a tu voluntad.
Sintiéndolo en el corazón he de decir que aquí la historia termino.
Siguen vivos, recuerdos de tus desprecios,
Que encierran mis sentimientos, quebrando mi alma y mi razón.
Pero no es más que una sensación que pronto acabara,
Terminare lo que se convirtió en dolor, el miedo y dolor...
Por no perder mi libertad, juro que nunca cambiare a tu voluntad.
Sintiéndolo en el corazón e de decir que aquí la historia termino.