Son las dos de la mañana, no recuerdo este lugar
Podría ser cualquier ciudad en este mundo
Todas, menos mi hogar
El aire está pesado, quisiera secuestrar tu aliento
Llevarlo en mi bolso y quemarlo como incienso
Respiro al compás del tiempo, corriendo millas sin avanzar
El cielo es un lienzo de estrellas, que tú ahora intentas iluminar
Cuando no te tengo duermo, no duermo cuando te tengo
Pasaré la noche en vela, adorando el sufrimiento
Son las doce y cinco, los colores empiezan a despertar
Sin miedo vivo este momento y te siento aunque no estás
Eres pura vitamina, la fruta más nutritiva
Tomo el teléfono que no suena y tu voz me llena el paladar
Como un niño en brazos de su héroe, empiezo a temblar
Me dices que me amas, que tu cuerpo sabe a mi
Me fumo tus palabras y me pierdo en ti