María pensó que el amor Era un mandamiento de dos Y esperando el primer beso Se hace vieja ante el espejo Y limpia su llanto Maquilla sus heridas Y se le va la vida Recuerda la primera vez Que le juró que fué sin querer Y en los hijos que vivieron Prisioneros de su miedo María soñaba con ser la princesa De los cabellos de oro Y la boca de fresa
María se fué una mañana María sin decir nada María ya no tiene miedo María empiza de nuevo María yo te necesito María escapó de sus gritos Se bebe las calles, maría
Ella nunca dice que no Es la esclava de su señor Ella siempre lo perdona A sus pies sobre la lona Su patria es su casa Su mundo la cocina Y se le viene encima
Un día dejó el corazón Abandonado en su colchón Solo piensa en ver su cuerpo ¡Ay! del quinto mandamiento María no tiene color en la sangre María se apaga y no lo sabe nadie