Odiaría tener que serme sincero
Pues, la verdad, sé que me va a doler
No me pidas que pretenda que soy un ciego
Cuando, hasta para un ciego, es fácil ver
Que ha habido un crimen en tu pecho
Y yo no entiendo bien por qué lo niegas
Lo que robaron, yo lo doy por hecho
Y ahí están las huellas
Y se salieron con la suya, porque hay ladrones al acecho
Que andan sin decencia alguna, encaramándose en el techo
Y no me sana, esta manía que me alerta
Que, de pronto, dejé abierta una ventana
Y se salieron con la suya, pero dejaron evidencia
Reemplazaron mi cordura por un cargo de conciencia
Y me despierta cada noche
Porque dudo si faltaron más seguros en la puerta
Nunca supe si se enteraron sin hacer ruido
O si fui yo quien no quiso escuchar
Porque se dieron cuenta todos nuestros vecinos
En cambio, yo me acabo de enterar
Su corazón, yo no sé dónde fue a parar
Y me cansé de preguntarle a ella
Que lo robaron, yo lo doy por hecho
Y ahí están las huellas
Y se salieron con la suya (no hay duda)
Porque hay ladrones al acecho (al acecho)
Que andan sin decencia alguna, encaramándose en el techo
Y no me sana (no me sana), esta manía que me alerta
Que, de pronto, dejé abierta una ventana
Y se salieron con la suya, pero dejaron evidencia
Reemplazaron mi cordura por un cargo de conciencia
Y me despierta (me despierta) cada noche
Porque dudo si faltaron más seguros en la puerta
Y nunca volvieron, y nunca más volvieron
Me quedé con casi nada
Botando cada cosa que hablaba de ti
Y nunca volvieron, y nunca más volvieron
Y tu complicidad fue el veneno
Que también dañó todo lo bueno de mí
Y nunca volvieron, y nunca más volvieron
¿De qué sirve mi inocencia
Cuando tu ausencia sigue aquí?
Y nunca volvieron (no), y nunca más volvieron (y es que así)
Reemplazaron mi cordura por un cargo de conciencia
Y me despierta cada noche
Porque dudo si faltaron más seguros en la puerta
Odiaría tener que serme sincero
Pues la verdad sé que me va a doler