Cuartito azul, dulce morada de mi vida, Fiel testigo de mi tierna juventud, Llegó la hora de la triste despedida, Ya lo ves, todo en el mundo es inquietud. Ya no soy más aquel muchacho oscuro; Todo un señor desde esta tarde soy. Sin embargo, cuartito, te lo juro, Nunca estuve tan triste como hoy.
Cuartito azul De mi primera pasión, Vos guardarás Todo mi corazón. Si alguna vez Volviera la que amé Vos le dirás Que nunca la olvidé. Cuartito azul, Hoy te canto mi adiós. Ya no abriré Tu puerta y tu balcón.
Aquí viví toda mi ardiente fantasia Y al amor con alegria le canté; Aquí fue donde sollozó la amada mía Recitándome los versos de chénier. Quizá tendré para enorgullecerme Gloria y honor como nadie alcanzó, Pero nada podrá ya parecerme Tan lindo y tan sincero Como vos.