Un anciano de días ha subido al estrado
Con su ropa de juez y un libro en la mano
Es un libro de juicios, pero está sellado
Y se busca alguien digno para desatarlo
Se investigó en la tierra a todos los humanos
No hubo un hombre capaz de tomarlo
Y se buscó en el cielo entre la santa huestes
Y allí tampoco hubo alguien competente
El discípulo amado llora desconsolado
Porque su gran anhelo ha sido frustrado
No hay quien tome el libro, no hay quien abra sus sellos
Y no habrá justicia a su amado pueblo
Pero de pronto surge un cordero inmolado
Y con pasos seguros se acerca al anciano
De su mano derecha toma el libro sellado
Y a prieta su sello para desatarlo
Gloria, al cordero inmolado si
A él la gloria porque el libro ha tomado
Él merece la gloria, el poder y la honra
Riquezas y alabanzas por los siglos, amen
Gloria a ese santo cordero si
A él la gloria porque nos ha salvado
Él merece la gloria, el poder y la honra
Riquezas y alabanzas por los siglos, amen
Los 24 ancianos a tierra se postraron
A los pies del cordero que fue inmolado
Y los seres vivientes también reverenciaron
A ese santo cordero que había triunfado
Y unieron las voces de ángeles y humanos
Y al santo cordero loor tributaron
Y todo ser viviente del extenso universo
Da la gloria y honra al santo cordero
Gloria a ese santo cordero si
A él la gloria porque nos ha salvado
Él merece la gloria, el poder y la honra
Riquezas y alabanzas por los siglos, amen
Gloria a ese santo cordero si
A él la gloria porque nos ha salvado
Él merece la gloria, el poder y la honra
Riquezas y alabanzas por los siglos, amen