Arma de doble filo la soledad cabalgando, cabalgando Con cada madrugada que se te va escapando, escapando Es aquel dedo frío que siempre está arañando, arañando Es la vieja mentira que se asomó recordando, recordando
Mal compañera de viaje de la soledad
Me atrapa cuando estoy para milonguear tarareando, tarareando No suelta hasta que me hace llorar, me emborracha, susurrando Y mientras beso el pecho de una mujer o la abrigo descansando Espera porque sabe que volveré a su lado rezongando