Mira cómo tus amigos
venimos aquí a cantarte
con el llanto en los ojos
y el corazón de los cuates
aquí meros mejicanos con nuestra
materna sangre
aquí puestos por castigo
De alcahuetes y cobardes.
Que también nosotros somos
mejicanos naturales
sin miedo de ningún gringo, ni
sheriffes ni marshales
Sin miedo a las pistolas ni los rifles federales.
Sin miedo de las habladas aunque sean judiciales.
Ay! Billy The Kid
jineteando por los valles
con una faca al cinto
Y plomo en los costillares.
Hermano de los humildes,
que no hacemos mal a nadie,
si no es cuando nos provocan,
En el monte o en el valle.
Que nadie se olvide nunca
del Kid valiente y que guarde
cada cual en su recuerdo
Tu memoria venerable.
Que Dios y la Santa Virgen de Guadalupe,
te paguen los muchos bienes que hiciste
A las gentes que lo valen.