Cafetín,
donde lloran los hombres
que saben el gusto
que dejan los mares...
Cafetín
y esa pena que amarga
mirando los barcos
volver a sus lares...
Yo esperaba,
porque siempre soñaba
la paz de una aldea
sin hambre y sin balas.
Cafetín,
ya no tengo esperanzas
ni sueño ni aldea
para regresar.
Por los viejos cafetines
siempre rondan los recuerdos
y un compás de tango de antes
va a poner color
al dolor del emigrante.
Allí florece el vino,
la aldea del recuerdo
y el humo del tabaco.
Por los viejos cafetines
siempre rondan los recuerdos
de un país y de un amor.
Bajo el gris
de la luna madura
se pierde la oscura
figura de un barco.
Y al matiz
de un farol escarlata
las aguas del Plata
parecen un charco.
¡ Qué amargura
la de estar de este lado
sabiendo que enfrente
nos llama el pasado!...
Cafetín,
en tu vaso de vino
disuelvo el destino
que olvido por ti...