Reconocer tu majestad Admirar tu integridad Vivir a diario tu fidelidad Comprobar la intensidad De la pureza de tu corazón Y el grado eterno de tu santidad
Me hace reconocer mis faltas Al amparo de tu gracia Hace rendir mi voluntad En tu secreto entrar
Y mientras me abrazas Tus latidos sincronizan mis latidos Y en el silencio de tu amor Te adoro mi señor
Es mejor habitar un día en tu presencia Que mil fuera de ella No existe nada igual (no hay nada igual) Que tú presencia