Muchachita de mi barrio,
de la cita callejera
que ya nunca volvera.
Melancolia
del recordar.
Era en la calle maleva una flor,
linda como mañanita de sol
y yo un estudiante
soñador y amante,
que aquel romance
terminaria.
Ahora que anochese en mi corazón,
vuelve el perfume de aquella ilusion;
sueño con la luz de un claro mirar,
alma a quien lloro al nombrar.
En los años de mi infancia
fue el sueño más hermoso
que mi mente ambiciono,
como a una diosa
la amaba yo.