Mademoiselle Ivonne era una pebeta
que en el barrio posta del viejo Montmartre
con su pinta brava de alegre griseta,
animo las fiestas de Les Quatre Arts.
Era la papusa del Barrio Latino,
que supo a los puntos del verso inspirar,
pero fue que un día llego un argentino
y a la francesita la hizo suspirar.
Madame Ivonne...
la cruz del sur fue como un sino
Madame Ivonne...
fue como el sino de tu suerte.
Alondra gris,
tu dolor me conmueve;
tu pena es de nieve,
Madame Ivonne...
Han pasao diez años que zarpo de Francia.
Mademoiselle Ivonne... hoy solo es madame,
la que al ver que todo quedo en la distancia,
con ojos muy tristes bebe su champagne.
Ya no es la papusa del Barrio Latino,
ya no es la mistonga florecita de lis...
ya nada le queda... ni aquel argentino
que entre tango y mate la alzo de Paris.