La Biblia cuenta una historia Que un Dios terrible dictó El drama de dos hermanos El justo y el traidor
Abel mezquino y cobarde El siervo de su señor Caín que no entró en el juego Y que se rebeló
Te maldigo Truena la voz de su juez Padre nuestro Que nos privó del Edén
Caín rompió con un gesto Su yugo de esclavitud Huyó del ojo implacable Llevó su propia cruz
Perseguido Por quebrantar una ley Que no entiende Y que no cuenta con él
Sufrirás, morirás, esta es su voluntad Pero aún hay aquí Hijos de Caín Oh, oh, oh, oh, oh, oh
La estirpe del fugitivo Creció y se multiplicó El signo que los margina Ya nunca se borró
Te maldigo Claman los hijos de Abel A la diestra De su señor el poder
Sufrirás, morirás, esta es su voluntad Pero aún hay aquí Hijos de Caín ¡Oh!
Quizá los hombres seamos A un tiempo Abel y Caín Quizás algún día destruya lo oscuro que hay en mi El destino no está marcado al nacer Yo he elegido ser lo que siempre seré ¡Hijo de Caín! ¡Hijos de Caín! ¡Hijos de Caín! ¡Hijos de Caín!